Dorada y sus encantos II
El arte en todo su esplendor
El sólo hecho de nombrarlo nos inspira grandeza y orgullo.
Cuántas veces dimos por sentados que el Teatro Colón es magnífico sin conocerlo? Acaso basta con ver esas imágenes televisivas cada enero cuando se hace el mantenimiento de la araña de la sala con sus 700 foquitos? Creame que nunca es suficiente. Menos aun cuando por fin accedemos a su encanto interior.
Un poco de historia
El Teatro Colón tal como lo conocemos (o creemos conocer) se encontró desde 1857 hasta 1888 en donde hoy se encuentra el Banco de la Nación Argentina, frente a la Casa Rosada.
El empresario Ángel Ferrari gana la licitación en 1889 y se comienza a construir. Debía ser inaugurado el 12 de Octubre de 1892!
El primer arquitecto, Francisco Tamburri muere un año después de iniciar la construcción.
El segundo, Victor Meano es asesinado por su ex Valet en 1904.
El tercero, Jules Dormal es quien finaliza la obra.
Finalmente el Teatro que debió ser finalizado a los 30 meses, fue inaugurado solemnemente 18 años después: 25 de Mayo de 1908 con una función de gala en la que se lució la obra Aída de Giuseppe Verdi.
Por él pasaron renombradas figuras internacionales interpretando los mejores ballets, óperas y conciertos. Por ello en el año 1989 el Teatro es declarado orgullosamente Monumento Histórico Nacional.
Su estilo
Ingresar al Foyer Principal significa encontrarse con cinco tipos de mármoles: Rojizo de Verona, amarillo de Siena, blanco de Carrara, rosado de Portugal y columnas de mármol belga.
El piso viste abanicos perfectamente distribuidos con alrededor de 100 mosaicos de Venecia.
La sala respeta una clara forma italiana, típica de los teatros europeos del siglo XIX.
Gran parte de la decoración del Teatro viste características francesas, característica de la época, cuando era Francia el referente de estética y belleza que las grandes construcciones anhelaban lucir. Dorados a la hoja, detalles y materiales insaciables de miradas y halagos.
Su volumetría exterior en este edificio tan cortejado denota un marcado estilo germánico.
La sala

Cuenta con 632 butacas en la platea y a la misma altura se encuentran los que fueron llamados Palcos de Viudas. Tres pisos de palcos y sobre éstos, los sectores Cazuela, Tertulia, Galería, delantera de Paraíso y Paraíso.
Marcel Jambon fue quien pintó originalmente el cielo raso, pero no duró muchos años: se dice que en una fiesta de carnaval de 1936 celebrada en el Colón, era tanto el calor que hacía en la sala que alguien colocó barras de hielo sobre el techo. En su afán de refrescar lo único que se logró fue que días después la pintura que representaba a Apolo y sus Ninfas fuera totalmente arruinada.
La nueva cúpula fue inaugurada 30 años después. Una obra de Raul Soldi con 51 figuras que representa bailarines, actores, músicos, duendes, mimos, etc. Se trata de 16 paneles que fueron adheridos al techo.
Galería de Bustos y Salón Dorado
Como su nombre lo indica, en el primer piso encontramos la bella galería donde coronan la vista los bustos de Wagner, Mozart, Verdi, Gounod, Bellini y Bizet, obra de Luis Trinchero.
El Salón Dorado viste dos grandes espejos enfrentados. Decorado al mejor estilo francés, tiene en su cielo raso una obra del ya conocido Marcel Jambon. Es un magnífico espacio destinado a conciertos de cámara, exposiciones, conferencias y eventos especiales.
Nuestro viaje
En Dorada Buenos Aires disfrutaremos cada centímetro de estos espacios conociendo y revalorizando un lugar que no podemos ignorar. Luego coincidiremos en no dar por sentada su belleza sin antes admirar personalmente esos rincones colmados de historia, de arte, de valor y cuando la visita finalice, salir con el pecho inflado por el orgullo de que el Teatro Colón, sea argentino.
Florencia Galante
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